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¿La Pagaduría de la SEGEY está afectando a los maestros?

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En las redes sociales, durante esta noche, surgieron fuertes críticas contra el departamento de pagaduría de la Secretaría de Educación del Estado de Yucatán, encabezada por Liborio Vidal. La razón de la indignación es la reducción de casi la mitad de la segunda parte del aguinaldo a los maestros que participaron y ganaron el estímulo de promoción horizontal, que se espera sea depositado en las próximas horas.

Al enterarse, los maestros expresaron su descontento contra la dependencia y la autoridad educativa, incluso organizándose para presentarse en las oficinas correspondientes y reclamar, exigiendo que se complete lo que consideran no debería ser descontado.

Sin embargo, es necesario contextualizar lo que aparentemente sucedió. En diciembre, se dieron a conocer los resultados de los maestros que recibirían el aumento por participar en el proceso de promoción horizontal, un beneficio que afecta las prestaciones, como el aguinaldo; y que debería ser efectivo de forma retroactiva a partir de septiembre, es decir, solo por 4 meses.

El problema radica en que alguien en la pagaduría cometió el “error” de otorgar en el pago del aguinaldo los 12 meses del año fiscal en curso, no la parte proporcional de los 4 meses, como debería corresponder legalmente.

Los maestros afectados con el descuento en esta segunda entrega del aguinaldo recibieron 8 meses proporcionales que no les correspondía en el pasado de mes de diciembre. Por lo tanto, la autoridad contable está ejerciendo su derecho de descontar esa parte ahora que se recibe la segunda parte del aguinaldo.

Es evidente que, por razones operativas, esta situación, desconocida por los maestros, muy probablemente ya era conocida por las autoridades antes de salir de vacaciones. La nómina de maestros no se elabora de un día para otro; es un mecanismo que debe programarse con anticipación para garantizar su correcta dispersión.

También es necesario reconocer que nadie está exento de no cometer errores; al final, eso es humano y se puede comprender si existen condiciones que expliquen adecuadamente a quienes resultan afectados por ellos.

Sobre este punto, lo fundamental que nos muestra esta situación es la falta de sensibilidad de la autoridad hacia los maestros. Esto refuerza el sentimiento de incongruencia que los docentes sienten cuando las autoridades se enorgullecen en su narrativa política al hablar de la dignificación del maestro, pero en la práctica, no hay un diálogo y comunicación abierta para aclarar los procesos administrativos.

Algunos maestros se sienten molestos y frustrados por no recibir lo que esperaban y seguramente ya tenían asignados los recursos económicos para atender sus necesidades.

Hasta ahora, no existe ningún comunicado que explique la situación. Si, desde que se dieron cuenta, hubieran emitido una explicación por los medios oficiales para pedir disculpas y determinar cómo y cuándo se iba a devolver el pago indebido, hoy los maestros no estarían molestos. Incluso pudieron haber sugerido medidas para que no resultaran los maestros afectados en sus presupuestos económicos.