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CONFERENCIA: Administración financiera con sabiduría

Psicóloga Deya Álvarez.

Jesús habló de dinero más veces de las que habló sobre el cielo y el infierno. De hecho, habló más del dinero que de cualquier otro tema, 16 de las 38 parábolas se refieren a cómo manejar las finanzas y los bienes. La Biblia contiene 500 versículos sobre la oración, menos de 500 versículos acerca de la fe, pero más de 2.350 relacionados con el tema del dinero y las posesiones.

La Biblia ofrece verdaderas soluciones a los problemas financieros de hoy, conforme apliquemos los principios de la economía de Dios comenzaremos a dejar de tener deudas, a gastar más sabiamente el dinero, empezaremos a ahorrar para metas futuras y a ceder una parte para quienes más lo necesitan. En la Biblia encontramos una correlación íntima entre el desarrollo del carácter de una persona y la manera como maneja el dinero. Es decir, el dinero es el índice exacto de nuestro verdadero carácter y, dependiendo de cómo se maneje, se puede convertir en una bendición o en una maldición para su dueño.

Erróneamente se cree que la Biblia dice que el dinero es “la raíz de todos los males”, lo que subraya en realidad es que el “amor” al dinero es la raíz de todos los males. Mateo 6:24 dice “Ninguno puede servir a dos señores porque, o aborrecerá al uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al dinero”, si leemos 1 Timoteo 6:10 dice “Porque el amor al dinero es raíz de toda clase de males, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores”.

El primer gran principio respecto al dinero y a los bienes materiales que se lee en la Biblia es que Dios es el dueño de todo, del mundo y de todo lo que hay en él, “Mía es la plata, y mío es el oro” (Hageo 2:8). “De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan” (Salmo 24:1). El segundo gran principio respecto al dinero y a las posesiones es que todas las cosas provienen de Dios. Dice que no sólo Dios es el dueño de todo, sino que todo lo que recibimos proviene de Él. Advierte La Biblia del peligro de olvidar a Dios en los bienes que adquirimos: “Si no, acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas…” (Deuteronomio 8:18).

Con respecto al diezmo y las ofrendas, las Escrituras prometen aumentar las bendiciones de quienes deciden hacerlo. “Dar nos hace realmente libres, mientras que acaparar nos hace prisioneros” (Santiago 5:2). “El dar cambia la vida de otros” (Juan 3:16). “Dar nos regresa las bendiciones” (Lucas 6:38). “Dar nos permite acumular tesoros en los cielos y no en la tierra” (Mateo 19:21). Y advierte sobre algunos mandamientos respecto al dinero y cómo debemos administrarlo para que nos vaya bien: Uno de ellos es el de no incurrir en deudas. Como se lee en (Romanos 13:8): “No debáis a nadie nada…”. Cuando nos endeudamos, perdemos libertad. Dice la Biblia: “El que toma prestado es siervo del que presta” (Proverbios 22:7). Otro principio advertido en las Escrituras es no esforzarse por ser ricos advierte contra los planes rápidos y fáciles de conseguir dinero, “Se apresura a ser rico el avaro, Y no sabe que le ha de venir pobreza” (Proverbios 28:22).

En resumen, según los principios de la economía de Dios, recopilados en los Libros de la Biblia, hay que ser sabios, ahorrar pero no atesorar, gastar con discreción y control, usar los recursos propios para ayudar a otros, pero con discernimiento. Dice la Biblia que no es malo ser rico, pero sí es malo amar el dinero; que no es malo ser pobre, pero sí gastar el dinero en cosas triviales. Con más de 6.000 millones de ejemplares y más de 2.300 idiomas, la Biblia es la obra más vendida y leída de todos los tiempos. Para muchos son las “Sagradas Escrituras”, otros la compran y la guardan por años en su biblioteca. Lo cierto es que hoy, hombres y mujeres confiesan haber logrado el éxito económico siguiendo simplemente “al pie de la letra” las instrucciones consignadas en el manual del fabricante.

Versículos clave:
Mateo 6:24

1 Timoteo 6:10

Hageo 2:8

Salmo 24:1

Deuteronomio 8:18

Santiago 5:2

Juan 3:16

Lucas 6:38

Mateo 19:21

Romanos 13:8

Proverbios 22:7

Proverbios 28:22

9 Principios Financieros Cristianos, para entender y aplicar:

1.- Todo es y viene de Dios (1 Crónicas 29:11).
2.- Amar el trabajo (Proverbios 22:29).
3.- Vivir por presupuesto (Lucas 14:28-30).
4.- No endeudarse, ni ser aval o fiador (Proverbios 22:7; Proverbios 6:1-3).
5.- Ahorrar e invertir (Proverbios 6:6-8).
6.- Ser generoso y sembrar (Lucas 6:38).
7.- Dar a Dios lo que es de Dios: diezmos, ofrendas y primicias (Malaquías 3:10; Deuteronomio 14:22-23).
8.- No afanarse (angustiarse, volverse adicto o work-ahólico) por el dinero, sino confiar en el Señor y descansar en su cuidado y provisión (Mateo 6:25-34).
9.- Mantenerse libre de todo pecado financiero:
A) Avaricia (Lucas 12:15); B) Codicia (Proverbios 21:26; Marcos 4:18-19); C) Envidia (Proverbios 14:30).

¿Te gustaría aplicar estos principios financieros en tu vida? Empieza ahora mismo con el primero; ora reconociendo ante Dios que todo lo que tienes le pertenece a Él: todas tus fuentes de ingresos, tu familia, tus objetos, logros, todo es de Él. Por eso, te animo a que más allá de las modas y consejos temporales, decidas que Dios te guíe con sus principios bíblicos financieros eternos, ya que te aseguro que el obedecerlos traerá consigo muchas bendiciones esperadas e inesperadas para tu vida y la de los tuyos. Fuentes consultadas: Biblia, Reina Valera (1960). Myers, Wayne (2013). Viviendo más allá de lo posible. Confiando a Dios sus finanzas y su futuro. Parra, Silvia (2014), La Biblia, el manual de las finanzas. Recuperado el 13 de junio de 2017 de: http://www.semana.com/opinion/articulo/la-biblia-el-manual-de-las-finanzas-columna-de-silvia-parra/380698-3