Por. Miguel A. Rito Betancourt
El estado de derecho no esta sujeto a componendas (ilegales).
No hay justificación para violentar y causar daños a quienes nada tienen que ver con las demandas de grupos que se sienten afectados por alguna acción del Estado.
Los cauces de la razón no pueden transitar en la ilegalidad misma en la que se montan quienes dicen ser educadores, profesores, pepineros, partidos políticos, sindicatos, grupos de reacción social, etc.
Es mentira que afectando a terceros también se educa. Es mentira que ejerciendo presión fuera de la ley sea la forma correcta de que una Autoridad ceda a pretensiones ilegales.
No se detenta la razón en el “valemadrismo” de quienes con una mano arengan sin fundamentos a incautos y con la otra mano cada quincena cobran su sueldo proveniente del mismo Estado al que acusan de insensible.
Se puede exigir, se puede organizar y se puede incluso sensibilizar a la sociedad para lograr foros abiertos de lucha ciudadana en el que se aborden y desborden por la vía legal pacífica, y entonces si, abiertamente demandar lo que crean sean sus justos derechos; Aún los de manifestación plural. Y en todos los niveles incluso hasta internacional.
Pero no se puede concebir que en aras de libertad se transgreda la libertad de los demás ciudadanos, hombres, mujeres, jóvenes, ancianos, que sin deberla ni temerla tienen que sortear injustamente, peripecias de la categórica ilegalidad en la que nos intentan sumir los que siendo los educadores de las nuevas generaciones nos enseñan erróneamente que cada que se sienta o se vea algo injusto, esta acción se deba combatir con la total ilegalidad y mediante chantajes mediáticos en contra de las instituciones.
La ciudadanía trabajadora creo que si entiende, que no todos los simples mortales tienen en su vida productiva tantos días, semanas y hasta meses de vacaciones, así como un desproporcionado aguinaldo en contra posición que el resto de la clase trabajadora, amén de que algunos gozan de los días de asueto de ley y hasta los de asueto por costumbres, además aquellos de los llamados “reunión sindical” que siempre caen en viernes, o los de “días de academia” etc, etc. Y no incluyamos los sábados y domingos donde los simples ciudadanos tienen que trabajar mínimo medio día o bien doblar turno precisamente por ser fin de semana. Mientras otros están descansando.
Hay mucho que decir respecto a las bondades que el Estado les brinda y de las que gozan algunos inconformes hoy en día, que sin dudarlo en nada justificaría sus acciones ilegales que dañan a terceros.
Por eso la sociedad debe estar alerta en no permitir que falsas banderas ideológicas intenten chantajear la conciencia libre de cada ciudadano. No se puede avalar estandartes reaccionarios impulsados por los mismos de siempre que identificados están, son los que estiran la mano por todos lados para ver quién les da unos pesos para sus cafés, para su viajes al DF., que les aprueben sus proyectitos en dependencias gubernamentales, etc, etc., Y hoy claramente están viendo si hay quién les pague su cena de Noche Buena y Navidad.
