El día de ayer, Felipe Cervera Hernández encabezó la rebelión de 9 de los 10 diputados estatales del PRI contra su líder Francisco “Pumba” Torres. Aunque seguramente él niegue el hecho, es evidente que los legisladores por sí solos, no se hubieran atrevido a semejante petición. De hecho, el primero en formarse frente a los medios de comunicación fue él precisamente. Después fueron formándose junto a él unos, y detrás de él, los otros.
La conferencia la inició Felipe echando al ruedo a Enrique Castillo, que con la frente brillosa por el sudor y el escalofrío que experimentaba su ser, excitado, exclamó con pasión “me siento consternado por la traición de Pancho Torres”. Nunca nos hubiéramos imaginado que el modosito legislador fuera tan explosivo. Ni siquiera cuando el gobierno de su padrino Rolando saqueaba al estado dejándolo financieramente quebrado, lo vimos explotar de esa manera. ¡Cielos fue todo un show!. Enrique salió del closet, para mostrar su verdadera pasión política. Todo un ridículo el sketch.
Sin duda, Pancho “Pumba” Torres no ha hecho un gran trabajo, de hecho, es un mediocre, pero evidentemente les jugó las espaldas a los diputados. A juzgar por la emoción con la que se quejaron, debió dolerles mucho el jugueteo de “Pumba”.
En su turno, Luis Borjas, nos demostró el por qué nadie le toma en serio cuando se presenta como un político profesional. Según sus palabras quiso vender la idea de que al apoyar el incremento de los impuestos y de los servicios del gobierno del estado, estaban haciéndole un favor a la población, y que el traidor, el desgraciado, el proscrito era “Pumba” Torres. ¡Válgame!. ¡Quién le dijo a Borjas que dijera esta estupidez!. Con su declaración se vio nefastamente ridículo, debería darse cuenta que los que aprobaron semejante incremento ya son cadáveres políticos.
Pero lo más burdo lo escuchamos de Lila Frías. La diputada que se siente ya Presidenta Municipal de Progreso, con derecho por haber apoyado al gobierno del PAN en dos ocasiones consecutivas, de forma incondicional, soltó una sarta de tonterías que son una verdadera joya para el aprendizaje político, de todo lo que se debe hacer para perder la confianza de los electores. Mire usted, la Señorita dijo “Pancho Torres no representa al PRI que queremos construir…”, ¡uta!, ¿y qué PRI es el que quieren construir incrementando los impuestos?. ¡No jodan!. Lila Frías es un caso perdido. Creo que ya sabemos porque su padrino político, que la propuso para Secretaria General del PRI, en fórmula con “Pumba” Torres, la apoya con decisión, pues para poder dominarla a placer políticamente hablando. Sí claro, no necesita de gente brillante sino de incondicionales para hacer la tarea.
Ahora está más que claro que todo esto obedeció a la estrategia de hacer fuerte al Gobernador Mauricio Vila. El hombre al que descalifican porque no tiene experiencia, ni oficio político, al que Rolando le regaló la gubernatura, resulta que terminó siendo el más “chingón”, pues tiene a todos los priístas comiendo de su mano. Con la aprobación del presupuesto 2020, Felipe le hizo el juego al Panista Vila. Pero no conforme con eso, se siente poderoso para tumbar al presidente del CDE del PRI. Es como si estuviera gobernando Rolando y ahora habrá que devolverle el partido.
Felipe y los 8 diputados priístas deberían darse cuenta que traicionaron al pueblo de Yucatán. Que al votar por la propuesta del PAN, ideológicamente se dan un “balazo en el pie”. Con esta decisión, vayan despidiéndose de un futuro promisorio. El PRI se muere, agoniza, en medio de tanta mediocridad, podredumbre y puerca simulación.
El gran victorioso es sin duda, Mauricio Vila Dosal. Políticamente se comió a todos y logró su cometido. Las palabras de Andrés Manuel López Obrador toman vuelo y como dice Lila Frías “retumban en mi cabeza”: “Vila es un Gobernador EXTRAORDINARIO”.
Adios PRI…
Debe estar conectado para enviar un comentario.