Inicio Análisis político Alejandro López Munguía Festejan Alternancia de Género, pero caen en Incongruencia

Festejan Alternancia de Género, pero caen en Incongruencia

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Lucelly Alpizar Carrillo

Resulta que el Congreso del Estado aprobó una reforma a la ley, para dar paso a algo que lleva por nombre, Alternancia de Género a la gubernatura del estado de Yucatán. Esta propuesta la presentó el PRI, dando pie a que la diputada Karla Franco se pronunciara con regocijo y cierto júbilo en tribuna y sus redes sociales, porque según ella, es algo “histórico”.

En el mismo sentido se pronunció Linnet Escoffié, presidenta del ONMPRI, el movimiento de mujeres del PRI.

Yo me pregunto, ¿se habrán dado cuenta de la incongruencia en la que han caído?.

Festejan que habrá Alternancia de Género, como parte de los derechos políticos de la mujer, y ¿dónde quedaron los derechos políticos de Lucely Alpízar Carrillo que fueron violados en el pasado proceso electivo de la nueva presidencia estatal del tricolor?. Ni Karla, ni Linnet se pronunciaron en favor de Lucely.

¿De qué estamos hablando?.

Con mucha claridad y contundencia, la ex gobernadora Dulce María Sauri Riancho planteó que hubiera ALTERNANCIA DE GÉNERO, en el proceso para relevar a la pasada dirigencia estatal del PRI. Y no le hicieron caso, la ignoraron. Ni Karla, ni Linett, apoyaron el planteamiento de la también ex diputada federal y ex presidente del CDE del PRI en Yucatán.

Tanto Karla Franco como Linnet difundieron boletines con alegría y efusividad, sin darse cuenta que han quedado como traidoras al movimiento de mujeres en la entidad.

Tanto Karla, como Linnet deberían estar defendiendo a Lucely Alpízar en su lucha contra la asquerosa corrupción que la dejó fuera del proceso electivo de la nueva directiva estatal del PRI.

Pero no, ninguna llamada, ningún pronunciamiento. Tal parece que no quisieran hacer molestar al oriundo de Maxcanú.

Es conocida la sumisión de ambas, por eso no se les exige mucho. Sin embargo, no pueden andar de efusivas diciendo que son “defensoras” de los derechos de la mujer, cuando no defienden a una de las suyas. Porque Lucely es priísta, sigue siéndolo y fue líder del ONMPRI.

En fin, este es el PRI de hoy, el de la porquería, el de la traición, el de “no me importa pisarte para alcanzar una diputación o una senaduría o una candidatura a gobernador”.