Resultó que el concierto de Manuel Mijares, en la inauguración de un casino en la noche de hoy, se convirtió en un evento más parecido a un cierre de campaña que lo que algunos esperaban, la formalidad, por el tipo de calidad que se esperaría de un casino.
Lo que el PRI ni el PAN han logrado, para este evento se convocó a más de 5,000 personas de todos los estratos sociales revueltos, conviviendo hombre con hombre con los demás, sin importar la condición social o cómo las personas estaban vestidas.
Porque no faltaron damas y caballeros que sacaron las mejores prendas para lucir en una supuesta noche de gala, pero sufrieron una decepción, no solo por la mala organización, sino por la baja calidad en el trato.
"Solo falta que se repartieran los juguitos y la torta" – se escucho decir de una persona que se quejó, de que aún con todo y vestido de gala, se tendría que quedar parada para observar el espectáculo. Decepcionada mejor decidió abandonar el lugar, así como varios lo hicieron sin importar haber tirado su boleto a la basura.
Ni modos… asi fue.
