Inicio Análisis político Alejandro López Munguía Horrible. Cerveristas buscan refugio político con Cecila Patrón Laviada

Horrible. Cerveristas buscan refugio político con Cecila Patrón Laviada

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Cerveristas buscan cobijo en Cecilia Patrón Laviada.

Una imagen dice más que mil palabras. Y aunque el ex diputado federal por el PRI, Efraín Aguilar, lo quiera presentar como una reunión “interesante y provechosa” con la legisladora federal, Cecilia Patrón Laviada, no puede disfrazar las verdaderas intenciones de ese grupo de priístas que se distinguen por haber sido “adoradores” de Don Víctor Cervera Pacheco, el otrora gran líder de las masas tricolores durante las décadas 70’s, 80’s, 90’s, hasta su deceso en el 2004.

Ellos están buscando cobijo en el PAN, añoran los puestos públicos, los grandes sueldos, las influenias, las grandes fiestas y comelitonas con cargo al pueblo. ¡Válgame Dios!. En el grupito que alegremente se reunió con la Diputada Federal, Cecilia Patrón Laviada, hermana del ex Gobernador panista, Patricio Patrón Laviada, hay flamantes y orgullosos discípulos de Víctor Cervera Pacheco, la “leyenda que camina”. De hecho, uno de ellos, Daniel Quintal Ic, formó parte de su gabinete de 1995 a 2001. En esos tiempos el hombre ¡qué se iba a sentar con un panista!. ¡Ni loco que estuviera!. No podía. Los priístas tenían prohibido sentarse en público con los panistas, pues eran los enemigos de Don Víctor y enemigos de la revolución. A esos priístas se les enseñó a pasar por encima de los panistas. Muchos de los que están allí, siguieron las instrucciones de palacio para “robar urnas” en las elecciones, hacer “ratón loco”, cometer fraude, comprar credenciales, “quebrarse panistas a como de lugar”. Y no hubo uno solo que no obedeciera las órdenes. ¡Cómo olvidar los grandes pleitos electorales de finales de los 80’s, la concertacesión de 1993, los 10 años del cerverato que fue una campaña panista a nivel nacional, feroz y sin tregua!. ¡Y cómo olvidar el conflicto violento por el Desacato a la federación en el 2001!.

Juan Solís Benavides puede contarnos muchas historias sobre esas épocas de odio priísta contra los panistas y viceversa. Antonio Sosa Mendoza, famoso “Toni Sosa” también puede contarnos historias muy interesantes y provechosas – como dice Efraín -.

El empresario camionero Marco Antonio González alias “pipo”, es otro al que Don Víctor “palomeó” como candidato a diputado local y que siempre estuvo atento a su llamado. Si el Don le llamaba, él corría dócil y fiel a su encuentro.

En esos tiempos pensar en que estos cerveristas buscarían refugio en el PAN era un agravio horroroso. Incluso te insultaban.

De Efraín Aguilar hay muy poco que decir, solo que siempre vivió del PRI. En la casa del pueblo siempre tuvo un espacio para hacer sus “actividades”. No se recuerda que con su labor legislativa o como funcionario le haya agrandado el nombre al tricolor. Que se vaya al PAN o a otro partido, no impacta nada. Su rentabilidad política es cero.

El caso que me llama poderosamente la atención es el de Ismael Magaña Mata la “cosa”. De él me consta su gran fervor por el cerverismo. A él siempre le tuvieron estima desde palacio. Y desde allí lo sostuvieron mucho tiempo en el Congreso del Estado (casi 20 años). Lo recuerdo colaborando estrechamente con el primer cerverista del estado, el Abog. Orlando Paredes Lara. Y aunque fue Felipe Cervera, el hijo de Don Víctor el que lo despidió del Congreso, Ismael no dejó de ser leal cerverista.

Un caso muy triste es el de Limber Sosa Lara, ex diputado local y ex presidente del PRI en Mérida. Siempre manso y humilde a los designios de Don Víctor. Nunca tuvo los arrestos para defender sus derechos. En el 2004 alardeó con ser el candidato a la alcaldía de Mérida por el PRI, pero cuando Don Víctor le ordenó que se “bajara”, se “bajó”. El hombre murió políticamente hace mucho y se dejó llevar por la corriente, nadó de a muertito durante los gobiernos de Ivonne Ortega y de Rolando Zapata. Un pan sin sal.

Entiendo que todos los que allí estaban con Cecilia Patrón Laviada se presumen priístas de viejo cuño, o lo hacían hace unos años, al menos en el gobierno de Rolando Zapata. Unos podrán decir que hace rato abandonaron al PRI, pero, eso es mentira. De haberlo hecho ya hubieran presentado su renuncia por escrito. Desde luego que no todos tienen el mismo pedigree político, unos jugaron papeles muy importantes dentro del sistema político priísta con Cervera Pacheco y los otros solo fueron de “medio pelo”.

Si los integrantes de este grupo de priístas fueran veinteañeros, entendería su desesperación por buscar espacios de poder político. Pero ya son de muy avanzada edad como para andar queriendo engañar a la base militante. Nunca han sido demócratas, y menos un grupo de ciudadanos independientes. Hace mucho que perdieron su capacidad para operar políticamente y desde hace mucho tiempo dejaron de ser útiles al sistema.

Reunirse para “grillar” no es hacer política. Más allá de la gran exhibida que se llevaron estos priístas cerveristas, no queda más que tomarlo como parte de los acontecimientos inverosímiles que se dan al día de hoy por la gran debacle del tricolor. Por su parte, Cecilia Patrón Laviada está en lo suyo, es decir, en su tarea de proselitismo. Es una mujer cuyo talento político está a punto y dentro del PAN, tiene asegurado un gran futuro político inmediato. Solo tiene de dos, o es Presidenta Municipal de Mérida, o Gobernadora de Yucatán si en el PAN van por género.

Pensar en que este tipo de ejercicios es “provechoso”, es ridículo. Hay cosas que son anti naturales. El cerverismo y el Patron Laviadismo, no cuadra por ningún lado donde se le mire.

Se ve que ya pasaron de la desesperación a la angustia. Se  debe sentir horrible.