Dios, todo lo puede, y soy fiel testigo de ello, al igual que Israel, mi futuro esposo, pues la violencia no distingue géneros. Dios nos libró en su infinita misericordia de personas que nos hicieron mucho daño; ex-parejas a quienes tuvimos que denunciar mucho antes de conocernos, para que la autoridad nos ayude a poner límites sanos, que ellos, nuestros respectivos ex, no conocían, pues creían que siempre nos tendrían manipulados y bajo su control. La violencia, no distingue géneros, habiendo hombres y mujeres que la realizan por igual. Lo que sí hay que distinguir son las señales de alerta roja, de peligro, para que las y los jóvenes no tomen malas decisiones de vida, como casarse con la persona inadecuada, y aun así, si ya están casados y la situación se torna violenta, ello NO es de Dios. Dios no quiere que te maten o que vivas infeliz el resto de tu vida. La ley te protege, y tienes derecho a nuevas oportunidades, pues el verdadero amor sí existe: el de Dios y el terrenal. Pero… ¿Qué es el amor?, ¿cuáles son sus tipos, formas, manifestaciones?, ¿Qué NO es el amor?, ¿Cómo fomentarlo cada día?, ¿Cómo saber que alguien sí es la persona correcta, con el diseño idóneo para ti?, ¿Eres tú la persona correcta?
Estas y muchas preguntas muy interesantes más, serán respondidas, todos los miércoles de 7 a 8 p.m. en las Charlas de Café “Amor Verdadero” que se darán en “La Bendición” Cocina & Café Asesorías. Entrada TOTALMENTE GRATUITA
Dirección: Calle 71 B no. 219 entre 118 y 122 Fraccionamiento Yucalpetén.
Informes y reservaciones al 0449991-20-66-69
Y a continuación, una reflexión muy valiosa de una de mis alumnos del Seminario Teológico San Pablo, Luis Alonzo Collí Kú:
DIOS DE AMOR, DE JUSTICIA Y DE BONDAD.
¿DIOS PERMITE LOS DESASTRES?
A través de la historia de la humanidad han sucedido múltiples desastres de todo tipo, que han costado miles de vidas humanas y perdidas incalculables de bienes, y al parecer esto se está haciendo más frecuente en las últimas fechas. Cabe preguntarse entonces el porqué de estos fenómenos, y sobre todo si Dios tiene que ver en la ocurrencia de los mismos, y esto da lugar a cuestionar si Dios, que es un Dios de amor y bondad, ¿porque permite que esto suceda? O también dudar de sus existencia, o que él es autor de tales desastres.
Tenemos que partir del principio que la ocurrencia de los desastres es compatible con un Dios de amor, ya que no hay que olvidad que cuando él creo el mundo los hizo perfecto, según se refiere en Gn 1:31 “y vio Dios que todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera” y que gracias a la libertad que el dio al hombre a través del libre albedrio, este decidió “comer del árbol del bien y del mal” y con esto entro el pecado al mundo y con ello la maldición de la tierra Gn 3:17 “maldita sea la tierra por tu culpa” a partir de ese momento la tierra empezó a sufrir por culpa del pecado, y entonces estamos ante las consecuencias de la entrada del pecado al mundo.
Es entonces que podemos decir que Dios, permite los desastres, pero esto ocurre porque el mismo ha puesto las leyes que gobiernan a este mundo y su trasgresión trae consecuencias, por la violación de estas mismas leyes. A manera de ejemplo se puede afirmar que si alguien salta de un edificio, la ley de la gravedad lo atraerá hacia el suelo, igualmente nos está sucediendo con los desastres, pues estamos violando las leyes de la naturaleza y Dios no puede actuar en contra de las propias leyes que el estableció.
Así que llegado a este punto se puede concluir que Dios, sí es un Dios de amor, pero también un Dios justo, y que da a cada quien lo que se merece de acuerdo a sus actos, así que ante los desastres, debemos examinarnos cada uno y reflexionar en nuestro andar, para volvernos de nuestros caminos y rectificar lo que tenga que ser cambiado, Dios tenga misericordia de nosotros y el mundo.
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