—Es falso —dice el legislador priista en la carta— que en la propuesta se proponga (sic) la desaparición de las delegaciones federales, como se menciona en el pie de foto que acompaña la entrevista.
Por el contrario, se pide reformar y adicionar el Artículo 17 bis de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, con la finalidad de regular, delimitar y clarificar las funciones de dichas oficinas en las entidades federativas.
Asimismo, el legislador priista dice que es equivocado el señalamiento de una supuesta pretensión incluida en la iniciativa para que los estados regulen las representaciones federales, y aclara que en realidad el texto propone que las delegaciones limiten su competencia y funcionamiento a las facultades exclusivas de la federación, y en aquellas funciones y programas concurrentes sean las dependencias estatales análogas quienes los operen y ejecuten.
Las funciones Zapata Bello asegura que claramente se establece que las delegaciones deben mantener la planeación, regulación, supervisión y vigilancia en esas actividades similares, con el fin de concentrar esfuerzos entre órdenes de gobierno, evitar duplicidades y hacer más eficiente el costo de administrar y operar las acciones en las que se entrega un beneficio directo a la gente.
—De concretarse la propuesta —continúa el escrito—, se podría reasignar buena parte de los recursos destinados hoy al gasto corriente (salarios, viáticos, materiales, costo administrativo), que en tan sólo cinco delegaciones federales asciende a más de 9 mil millones de pesos.
—El objetivo de la iniciativa es que programas sociales como el de urdido de hamacas (que ejemplifica la nota), apoyo a adultos mayores, activos productivos para el campo, infraestructura de riego y hábitat, entre otros, tengan mayor presupuesto destinado sólo a los apoyos que se entreguen a la población.
—El espíritu que fundamenta la propuesta es que el Gobierno Federal sea más eficiente en su ejercicio, evitando duplicidades que sumen el costo operativo en la ejecución de programas.
