La Transparencia en el servicio público, una tarea descuidada en los municipios
A pesar de que se ha avanzado en el tema de la transparencia en el servicio público, tanto en el ámbito Federal y Estatal, específicamente en la elaboración de marcos normativos y la creación de instituciones encargadas de velar su cumplimiento, por cierto con abultada burocracia, que cobra buenos sueldos; todavía es un tema pendiente y que no ha logrado satisfacer a una sociedad cada vez más ávida y exigente de información, que cumpla con los principios de transparencia, eficiencia y rendición de cuentas, de manera especial en los 106 municipios y otros que integran el Estado de Yucatán.
Para corroborar lo anterior me di a la tarea de visitar las paginas oficiales de transparencia de los Ayuntamientos y otros, ¿y qué creen?, la realidad es preocupante y crítica, en virtud de que algunas, ni siquiera existen o es nula o muy escueta la información que ofrecen, tanto que prácticamente no dicen nada. Su información es muy confusa y muy atrasada, no obstante a la obligación que tienen de transparentar todos sus actos públicos, fundada su obligatoriedad en el artículo 6 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y reglamentada en la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública, recientemente reformada y publicada en el Diario Oficial de la Federación el 13 de agosto de 2020.
Todo lo anterior aunado a su nula publicidad, por lo que propongo que así como se hacen campañas políticas muy costosas o campañas para renovar la credencial de elector e incluso hasta envían avisos para la renovación o expedición, máxime ahora si eres joven, se realicen foros virtuales y otras formas accesibles, incluso en lengua maya, que lleguen en todos los rincones y estratos sociales del estado, para que la ciudadanía esté enterada e informada de esa valiosa herramienta creada para vigilar y combatir la corrupción, y dejen de especular o creer mentiras y tengan información de primera mano que les permita saber o corroborar en que se están gastando los recursos públicos, y no nos lleven al baile como común mente decimos, o al menos los servidores públicos piensen dos veces antes de disponer los recursos públicos para su provecho personal, y no sigan considerando a la administración pública como fábricas de nuevos ricos, que entran pobres y salen inmensamente ricos, que hasta se pelean por volver, con la trillada y desgastada frase de querer servir y conocer nuestras necesidades.