Por Josué Dacavel
ACAPULCO, México, 29 oct (Reuters) -El Gobierno de México intensificó el domingo sus esfuerzos para recuperar la golpeada ciudad costera de Acapulco, mientras aumenta el número de muertos y desaparecidos por un huracán sin precedentes que arrasó el emblemático balneario.
El huracán Otis azotó Acapulco como tormenta de categoría 5 el miércoles, destruyendo viviendas, hoteles y negocios con vientos de 266 kilómetros por hora que derribaron líneas eléctricas y comunicaciones, dejando incomunicada a la ciudad de casi 900.000 habitantes.
Los saqueos estallaron cuando los alimentos, el agua y la gasolina escasearon después de la destrucción causada por Otis, que causó la muerte a 48 personas, mientras que seis más continúan desaparecidas, según el último reporte oficial del Gobierno.
Un día antes, el balance ascendía a 39 muertos y 10 desaparecidos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que la mayor parte de su gabinete viajó a Acapulco o lo hará, y que regresaría más tarde el domingo para liderar los esfuerzos de recuperación mientras miles de soldados y policías llegaban a la ciudad.
“Vamos a poner a Acapulco de nuevo en pie, empezando por su gente”, dijo en un video en las redes sociales.
Decenas de pedazos de barcos rotos eran visibles en la bahía el domingo, con yates y botes destrozados amontonados en la orilla.
El capitán de barco Alejandro Cortéz, de 66 años, abandonó su yate cuando vio que el huracán tomaba velocidad.
“Algunos de nosotros corrimos, nos bajamos, y dejamos la embarcación sola. Y por eso estoy aquí sentado, una decisión que Dios me dio”, relató desde un muelle donde contemplaba el agua, recordando olas de siete metros de altura.
Algunos compañeros de trabajo aparecieron con vida, pero la búsqueda de otros continúa.
“Hay muchas personas que todavía no han sido encontradas”, aseguró.
El costo de los daños podría ascender hasta 15.000 millones de dólares según estimaciones, y López Obrador aseguró que los ministros de Finanzas y Economía estarán en Acapulco el lunes. También invitó al gobernador del Banco Central de México a viajar a este balneario.
Los residentes de las zonas inundadas criticaron la falta de ayuda del Gobierno, mientras muchos luchan por encontrar comida y agua.
“Me quedé limpia, sin nada”, dijo Blanca Estela Morales, una mujer de 52 años en silla de ruedas que se encuentra en un refugio administrado por el Gobierno después de que su casa se inundó. “para mí esto es muy pesado porque dormimos en el piso, no tenemos agua para bañarnos”.
CONSECUENCIAS POLÍTICAS
El desastre golpeó a Acapulco a siete meses de las próximas elecciones presidenciales de México, y López Obrador acusó este fin de semana a sus críticos de atacarlo por su respuesta frente a Otis y de aumentar su impacto por razones electorales.
Sus feroces andanadas políticas provocaron críticas de que López Obrador restó importancia a la gravedad del desastre, incluso cuando las familias buscaban desesperadamente a sus familiares desaparecidos y se recuperaban más víctimas ahogadas en la bahía de Acapulco.
El expresidente Felipe Calderón, antiguo adversario de López Obrador, acusó a su administración de intentar explotar la situación “cambiando el nombre” de las cajas de contribuciones de ayuda privada a Acapulco como donaciones “gubernamentales”.
Reuters no pudo verificar de inmediato cómo se habían marcado las cajas con las donaciones. El portavoz presidencial, Jesús Ramírez, dijo que Calderón estaba “mintiendo” y acusó a algunos políticos y medios de comunicación de intentar beneficiarse de la tragedia.
México envió unos 17.000 miembros de las Fuerzas Armadas para mantener el orden y ayudar a distribuir toneladas de alimentos y suministros en Acapulco, la ciudad más grande del estado sureño de Guerrero.
Es probable que los esfuerzos de limpieza lleven tiempo y el Gobierno reportó que Otis dañó 273.844 viviendas, mientras que un 80% del sector hotelero sufrió algún tipo de daño.
La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, dijo que se restableció la electricidad en el 58% de Acapulco y que los funcionarios visitaron a 10.000 familias de la zona para evaluar los daños.
López Obrador dijo que esperaba que el martes la electricidad estuviera completamente restablecida en la ciudad.
El ministro de Defensa, Luis Cresencio Sandoval, dijo que unos 5.000 miembros de la Guardia Nacional serán asignados a la seguridad y que las Fuerzas Armadas están tomando el control de las estaciones de servicio después de que López Obrador le preguntó cómo iban los esfuerzos para detener los saqueos.
“Era mucho, muy importante tomar las gasolineras”, dijo Sandoval. “Porque puede generar una tragedia aún peor”.
