Inicio Análisis político Alejandro López Munguía Morena Yucatán vive una crisis que está a punto de agravarse

Morena Yucatán vive una crisis que está a punto de agravarse

23986

La crisis interna que vive Morena en Yucatán.

 

Huacho Díaz estaría detrás de la licencia que pidió Alpha Tavera.

 

La licencia que por segunda ocasión ha peddio Alpha Tavera Escalante, presidenta del Comité Directivo Estatal de Morena en Yucatán, es el resultado de una crisis interna que vive el partido y que pone en riesgo la unidad en torno al proyecto 2024.

 

Todo indica que a raíz de una ríspida discusión entre el pre candidato único Joaquín Díaz Mena “Huacho” y la líder del partido, esta última decidió solicitar la segunda licencia por un mes.

 

Trascendió que la relación entre ambos políticos no ha sido del todo “amigable”. Todo empezó desde el día en el que la ex alcaldesa de Valladolid, decidió inscribirse al proceso de selección de candidato a Gobernador. Huacho le pidió en varias ocasiones que se “bajara” del proceso, pues a su juicio, le estaba quitando protagonismo. Y es que, ella, por su condición de fundadora de Morena y siendo la primer alcaldesa del Morena a nivel nacional, constituía un símbolo del Movimiento.

 

El de San Felipe sintió temor y le pidió insistentemente que se sumara a su candidatura, a lo que ella no asintió

 

De hecho, hubo un momento en el que el ex candidato a Gobernador por el PAN, se exasperó y a gritos le pidió que se “bajara”. Testigos afirman que le reprochó el que le estuviera representando un peligro. A cambio de “bajarse” y levantarle la mano, le ofreció a Alpha ser la presidenta del Congreso del Estado. Ella con mesura y muy tranquila le respondió que no se “bajaría”, pues tenía todo el derecho a participar en dicho proceso.

 

Cuando se tomó la decisión de designar a Huacho Díaz Mena, como el virtual candidato a Gobernador, éste tomó la actitud de “todo poderoso”, es a lo que llamamos (el síndrome Orlando Paredes).

 

Para completar tu lectura, puedes leer

https://www.mipuntodevista.com.mx/huacho-diaz-sufre-el-sindrome-orlando-paredes/

 

Huacho asumió la postura de que será el “próximo Gobernador”, y bajo esa visión, pretende imponer a los candidatos a presidentes municipales y diputados locales que a él le convienen (síndrome Orlando Paredes).

 

A la par, dio a conocer a su equipo de campaña, presentando a los “impresentables”, priístas que fueron expulsados del gobierno en las elecciones pasadas del 2018. Este grave error originó una severa reacción de las bases morenistas que rechazaron de inmediato el que una gran cantidad de priístas se sumaran al cuarto de guerra del ex panista.

 

Huacho no ha desmentido nada, incluso se reveló que el coordinador general de su campaña es Luis Hevia Jiménez, (síndrome Orlando Paredes. Luis fue el brazo ejecutor de las decisiones fundamentales que tomó el coordinador de la campaña a Gobernador de OPL, Raúl Montalvo Ferraéz, qpd,). Esta historia solo la conocemos los que lo vivimos y padecimos.

 

La intención de Huacho Díaz de imponer candidatos quebrará la vulnerable intención de lograr la unidad interna.

 

De hecho, dicha unidad no está garantizada. Y es que, en este momento, hay dos bandos dentro de Morena, por un lado están los que lo apoyan incondicionalmente y por el otro, los que no lo apoyan y exigen congruencia ante el arribo de los “chapulines”, que solo buscan un cargo público en el próximo gobierno, en caso de ganar la elección del 2024.

 

Al interior del Movimiento hay mucha expectación por la designación de los candidatos, toda vez que se ha llevado mucho tiempo. Existe una enorme incertidumbre sobre el proceso, lo que ha llevado a los aspirantes que se inscribieron a sospechar que todo es una simulación.

 

Lo cierto es que cierra el año y Morena en Yucatán navega con los ojos tapados.

 

Huacho Díaz se ha encargado de concentrar todas las decisiones en su persona. Al obligar a renunciar a la presidenta del partido, logró apoderarse de las decisiones centrales, esperando poder consumar el imponer a sus candidatos.

 

El peligro de todo esto, es que los aspirantes que no queden satisfechos con la decisión se rebelen y tomen decisiones contrarias, como postularse por otros partidos políticos o bien, sumarse a la campaña de otros candidatos a Gobernador o Presidente de la república (síndrome Orlando Paredes).

 

Nota. Cuando se menciona el síndrome Orlando Paredes, se hace con la intención de comparar un hecho histórico de la política yucateca acontecido durante la campaña del candidato del PRI a la gubernatura del estado en el año 2001. Se resalta lo político (o sea lo público), no lo personal.