Inicio Análisis político Alejandro López Munguía Sahuí y Pumba, sinónimos de corrupción. ¿Cuál frente opositor?.

Sahuí y Pumba, sinónimos de corrupción. ¿Cuál frente opositor?.

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¿Cuál frente?, mejor que se vayan del PRI y déjenlo resurgir.

El PRI en Yucatán no está para ocurrencias de cantina. Mucho menos para seguirle el juego a políticos fracasados que buscan mantenerse “pegados a la ubre presupuestal” mediante el financiamiento público.

Mauricio Sahui Rivero sale ahora con otra ocurrencia, dice que está fomentando un frente opositor contra el gobierno del PAN. ¿Y desde cuando es opositor Mauricio Sahui?, ¿sabe lo que eso significa?. Él no quiere abanderar causas sociales, él no lucha contra las injusticias del gobierno panista, él no fomenta la riqueza del pueblo, él no creó una fundación para ayudar a los grupos vulnerables durante la pandemia para que tuvieran que como alimentarse, no, él solo desea una plataforma política para acceder al poder otra vez. O sea, como dice AMLO, es de los que solo buscan “el poder por el poder”, o mejor dicho “no están por el encargo, sino por el cargo”. Y es tal su desesperación que ha caído en error tras error.

La verdad es que le salió mal la jugada con René Bejarano. Y es que, en la reunión “secreta”, al momento de ingresar les pidieron a todos que pusieran sus teléfonos celulares en una cajita, pero al terminar la reunión, fue el propio Bejarano quien los quemó, pues filtró la foto.

Ya no le quedó de otra a Sahui que urdir un Plan para vender la idea de que andan fomentando una alianza opositora. ¿De cuando acá este hombre que fue cómplice de la entrega del poder en la elección del 2018 se las da de demócrata?. Sahuí y su compadre el “borrachín”, andan vendiendo “espejitos”. Creen que pueden engañar a las bases priístas.

No se trata de armar una alianza opositora, sino de tener la autoridad moral para abanderar a la oposición. Sahuí no es un opositor. De entrada es culpable directo de que Mauricio Vila esté despachando en el palacio de gobierno. Sahuí es responsable directo y solidario de Rolando Zapata Bello de haber perdido a propósito la gubernatura. ¿Qué frente opositor quiere encabezar?, ¿de qué está hablando?.

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No son nada tontos, para resurgir, él y su compadre “borrachín”, andan buscando colgarse del presupuesto de Morena. Sahuí y Pumba ya se vieron en la elección del 2024, uno se siente candidato a gobernador o a senador de la república, y el otro, como candidato a presidente municipal o mínimo como diputado estatal o federal.

Los dos, le andan faltando al respeto a la militancia de Morena, pues ni siquiera han abordado el tema con la dirigencia estatal de dicho partido. Ni siquiera han reparado en los postulados que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha esgrimido. ¿En qué se identifican Sahuí y “Pumba” con López Obrador?. En verdad que en nada. De hecho, el propio presidente de México ha marcado abiertamente la diferencia entre su gobierno y los gobiernos que ha tenido Yucatán en el pasado.

De hecho, es el propio presidente AMLO quien ha dicho que a los yucatecos, y esto incluye a Sahuí y a Pumba, “les conviene tener de gobernador a Mauricio Vila Dosal”. No fue ocurrencia, ni fue cortesía política, fue declaración directa al corazón y a la mente de todo México y de los yucatecos. 

¿Qué buscan este par de compadres venidos a menos?, ¿qué desean?, evidentemente están angustiados porque con ellos al frente, el PRI no tiene futuro. Con ellos como candidatos el tricolor no ganará más que segundos y terceros lugares en las elecciones del 2024.

Sahuí no se merece una segunda oportunidad, por su cobardía política, por su papel de títere, por su responsabilidad al haber dejado sin empleo a miles de priístas que perdieron su sustento cuando Rolando entregó la elección y él se prestó a ello. 

Francisco Torres es un cadáver político. Un ente que nadie ve ni aprecia, un fantasma que ahuyenta el buen ánimo de los priístas. Él significa derrota, decepción, frustración, fracaso, debilidad y rechazo. Su sola presencia genera asco y repulsión políticamente hablando.

Se vale estar un poco locos, pero lo de este par, ya es esquizofrenia. Ya es una obsesión, deben irse del PRI, deben pedir perdón por todo el daño que le han causado al partido y a la política yucateca. Son un mal ejemplo para las nuevas y futuras generaciones, son todo aquello por lo que AMLO lucha para lograr la 4a transformación.

Sahuí y Pumba significan la corrupción en todo su esplendor. Así no hay manera de una alianza con el partido del presidente de México.