El título de esta colaboración viene a mi mente por dos anécdotas que después de relatarlas daré mi conclusión al respecto y que debe de ser utilizada por nuestras autoridades bajo dos vertientes de las relaciones públicas turísticas RPT y la seguridad, RPTS.
Comiendo el otro día con varios amigos del sector turístico en el que siempre platicamos de lo que nos gusta y de lo que vivimos, Jorge Torre Loría, comentaba acerca de una conocida a quien vio paseando por Mérida y al preguntarle que hacía aquí le respondió que había descendido del crucero Pullman Caribe, que fue a abordar a Cozumel porque no consiguió iniciar el viaje desde Progreso.
En Diciembre durante los días navideños fui a que me bolearan los zapatos en el Parque de la Madre, en el inter, llegó una turista que se sentó en la banca contigua, ni tarde ni perezoso le busque conversación, le pregunté de donde venía, de Massachussets me dijo, vamos a estar aquí siete noches y siete en Campeche y continuó platicando que era la tercera vez que venía a Mérida, que estaba enamorada de la ciudad, que le parecía una ciudad bonita, limpia, hospitalaria con extraordinaria gastronomía y una amplia vida cultural, la cual disfrutaba cada vez que venía a Mérida y que en esta ocasión había invitado a otra pareja para que los acompañase.
Recuerdo que la turista me platicó que para llegar a Mérida en esta ocasión había tenido que luchar mucho para conseguir pasajes de avión para llegar directamente vía Houston por Continental como anteriormente voló; los vuelos vía Cancún estaban saturados por lo que tuvo que volar Boston–New York–México–Mérida y retornaría la misma vía pues también los vuelos de retorno estaban llenos. Sus boletos de ida y vuelta costaron más de $ 1,100.00 dólares, cuando vía Houston pudo pagar cerca de $ 650 dólares.
También mencionó que tanto ella como sus amigos estaban considerando venir cada invierno y no sabían si rentaban en un hotel u posada o compraban una segunda residencia. Rentaron un auto para aprovechar todo su tiempo.
Desde ese entonces tuve intención de escribir al respecto pero ahora encuentro en esto una interesante moraleja. Siempre he sostenido que Mérida no es una ciudad barata, que tiene su encanto y su precio, todo lo que tenemos que hacer es decirle al mundo dónde estamos, que tenemos, como llegar, que se puede hacer, ver y comer, así de simple, ¿porque no lo hacemos tanto a nivel nacional como internacional,? será porque no tenemos dinero, porque no hay la unión que la familia turística necesita para que juntos prestadores de servicios y autoridades decidamos nuestros programas de promoción de manera conjunta.
Nada ganamos con las diferencias de opinión si las mismas no pueden unificarse hacía una sola causa que es la de la creación de empleos, el incremento del número de visitantes y el aumento de la captación de dinero fresco a nuestra comunidad para beneficiar a todos los prestadores de servicios, comerciantes, industriales, artesanos, restaurantes y junto a ello la derrama que los más de 10000 empleados que trabajan en la industria sin chimeneas.
Trabajando al 75% y que con los nuevos centros de hospedaje que se han abierto y los que están por inaugurarse que incrementaría el número de trabajadores cuyo ingreso vía sueldo–propinas representa un caudal que se desparrama de manera sorprendente en todas las plazas comerciales y el Centro Histórico de Mérida, que generaría más empleos de manera indirecta. En esa sencilla acción se crearían más de 5000 empleos y siendo optimista tal vez hasta 10,000 por las diferentes variantes del empleo indirecto multiplicador en un plazo de 18 a 24 meses.
¿Qué hacer?
En lo personal lo veo fácil, 1. ¿Cuál es la mejor forma de llevar el mensaje a un gran número de personas en el menor tiempo posible?. R.– Las Relaciones Públicas Turísticas, para que los prospectos de viaje se sientan atraídos por el destino y deseen venir a conocer con sus propios ojos y escuchar con sus propios oídos las bellezas de Mérida y las Maravillas de Yucatán. 2.– La Inseguridad está en estos momentos descalabrando la actividad turística por las advertencias que el Departamento de Estado norteamericano y canadiense han girado a sus congéneres ¿Qué hacer?, exactamente lo mismo: agarrando al toro por los cuernos, informar con la verdad y relatar todos los atractivos para borrar de la mente la información negativa y en el caso de Yucatán donde –no de hoy– la seguridad ha campeado, salvo sus contadas excepciones que confirman la regla.
Aunque la seguridad es algo de todos los días vale la pena citar en las campañas de seguridad turística las palabras que cónsules norteamericanos han usado de voz propia para hablar de Mérida, como es el caso de Gene Carson Young, quien siendo cónsul acompañó a una delegación a Houston, durante el interinato de Cervera Pacheco y habló ante más de 500 agentes de viaje –por cierto desde entonces no vamos a Houston a una presentación turística –dijo que Mérida era una de la ciudades más seguras de las que había estado en el mundo. Esa expresión vale oro, hoy podrían cuestionarla, a fines de los 80’s fue el cónsul Bryant Salter quien impidió que se boletinara a Yucatán en las advertencias del gobierno norteamericano argumentando los márgenes de seguridad en nuestra ciudad, creo que a fines de los 90’s estuvo un cónsul de origen latino de apellido Ramos que también se expresaba bien de la seguridad de Mérida, a lo mejor el cónsul actual tiene la misma percepción, es cuestión de preguntarle. Hoy tenemos números duros para ratificar la seguridad. ¿Acaso no podemos hacerlo? Hay cientos de empresas de Relaciones Públicas Turísticas en los EE. UU. y Canadá.
3.– Pegarnos a Cancún y la Riviera Maya en todas sus promociones y junto con las RPT, hacerle ver al interesado a conocer el Caribe Mexicano que Mérida y las Maravillas de Yucatán están a un paso, vendiéndoles la idea de que pueden volar o ir por autobús desde Cancún varias veces al día y retornar fácilmente dos ó tres días después y con las compras de artesanía y ropa típica 40 y 50% más barata que en el Caribe cubriría su pasaje –tratar de conseguir una tarifa aérea viaje redondo no mayor de 100 dólares– y tendría oportunidad de ver eventos culturales gratuitos en abundancia.
4.– Un meridano que ha ocupado el vuelo de Mayan Air dos veces me señaló que la primera vez solo habían 2 personas y la segunda él fue el único pasajero pero lo que le llamó la atención fue que al solicitar por teléfono su pasaje a agencias de viajes locales todas invariablemente le dijeron que el vuelo estaba lleno. ¿Qué está pasando? ¿La están boicoteando los agentes de viaje o hay un pobre sistema de reservación? ¿Estará informado el Sr. Jaime Valenzuela, director de la línea aérea?.
Un servicio de taxi aéreo cada 2 horas desde las 7 a.m. saliendo de Mérida y las 8 de Cancún, con la última salida de Cancún a las 21 horas con pernocta en esta ciudad, daría 8 viajes redondos que enlazarían casi la totalidad de vuelos que llegan a Cancún. Una campaña intensiva en todo el Caribe y Mérida redundaría exitosamente el vuelo con una tarifa justa. La actual está excesivamente cara.
Conclusión: Con unidad y promoción lograremos nuestras metas para beneficio de todos los sectores. [email protected]
