Si algo debemos haber aprendido de este periodo de emergencia sanitaria es la importancia de la salud como un medio de prevención de males mayores. Lamentablemente en nuestra cultura latinoamericana hay mucho trabajo que hacer no solo de reingeniería social para fomentar más el cuidado de la salud, como también, de tomar conciencia individual cada uno de nosotros, para cuidar nuestra integridad que nos hace fuertes ante los peligros epidémicos a los cuales estamos expuestos en el mundo global.

En uno de los temas lamentablemente estamos muy mal y nos falta mucho por hacer ya que depende no solo del cuidado médico preventivo, sino de los hábitos cotidianos de limpieza. Hacemos referencia a la salud bucal. Irremediablemente necesitamos consumir alimentos y su proceso empieza con el mastique, por lo cual la dentadura es esencial para la obtención de los nutrientes que el cuerpo necesita. Y aunque es bien sabido por la información y las campañas de prevención, que el lavado de los dientes es un buen y necesario hábito de higiene, que previene de otras condiciones o enfermedades como la caries o gingivitis o factor para otros más serios en los cuales la mala higiene puede provocar, como lo son problemas digestivos.

Una señal de la no existencia del mal hábito de limpieza no solo es el mal aliento, que puede ser provocado por los desechos de los alimentos que quedan atrapados entre los dientes y las encías, sino también, de forma visible con el amarillamiento de las piezas dentales. Lo que es riesgo para la salud y deterioro de la imagen pública al mostrar a los demás la carencia de limpieza personal.

¿Qué se puede hacer para mejorar la apariencia y por ende nuestra salud dental?

Existen procesos que se han vuelto popular por supuestamente ser efectivos y económicos, inclusive ser aplicados por instituciones de estética sin formación médica. Uno de esos procedimientos polémicos es el blanqueamiento de los dientes del cual hay quienes ofrecen soluciones desde caseras hasta procedimientos, como el uso de luces, que sin la supervisión de los especialistas podrían resultar más perjudiciales.

Una cosa es cierta al respecto: los expertos recomiendan prescindir del uso de las luces para blanqueamiento, ya que NO aceleran el proceso de blanqueamiento de los dientes, en ninguna circunstancia, como tampoco sus resultados serán duraderos. Además, aumentan el riesgo de injuria a la pulpa y sensibilidad durante y después del tratamiento de blanqueamiento

Para más información, contamos en el mundo de la red con el sitio del doctor especialista en odontología Dr. Luis Marcano, que ejerce en Caracas, hermana república de Venezuela. Desde ese sitio, con cada uno de los artículos sobre sus investigaciones desenmascara la validez de muchos de los mitos que se distribuyen en la red. Por lo cual es una buena fuente de información para no caer, por desesperación, en remedios o tratamientos que no son necesariamente positivos para el objetivo que se pretende cubrir.

La odontología estética se sustenta en principios médicos y científicos, por lo cual, debe estar en manos de expertos y especialistas que puedan estudiar, analizar y prever la realidad médica de un paciente y el tratamiento adecuado para garantizar la integridad física y salud de cada uno de nosotros.