Inicio Análisis político Colaboradores ¿Vivimos en un país de ficción o de realidad?, por Lety Várguez

¿Vivimos en un país de ficción o de realidad?, por Lety Várguez

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Alguna vez nos hemos preguntado por que elegimos nuestra profesión? Quizá.
Sin embargo, en un gran número de personas muchas de las decisiones tomadas con relación a ejercer una profesión años atrás, fueron inculcadas, manipuladas o inducidas, ya sea por herencia, costumbre, moda o comodidad.

 
Pero el paso del tiempo, nos ha indicado que todo evoluciona y tiene un resultado, y es que si seguimos guiando los pasos a una herencia, moda o comodidad, estamos creando un espacio vacío de felicidad, pues no estamos viviendo conforme a lo que nos potencializa con seres humanos o en otras palabras no aplicamos nuestras habilidades en lo que sabemos, debemos y queremos hacer, terminando de elegir sin ánimo de ofender la profesión del vecino, del Papá, etc., pero no la nuestra.

 
México obtuvo el lugar 61 en el Índice de Desarrollo Humano del 2013 del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), por debajo de Uruguay, Cuba y Panamá. ¿Qué tienen ellos que no tengamos nosotros? Mayores niveles de educación, una esperanza de vida más amplia y equidad de género.

 
Así pues el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) define hoy al desarrollo humano como “el proceso de expansión de las capacidades de las personas que amplían sus opciones y oportunidades”. Tal definición asocia el desarrollo directamente con el progreso de la vida y el bienestar humano, con el fortalecimiento de capacidades relacionadas con todas las cosas que una persona puede ser y hacer en su vida en forma plena y en todos los terrenos, con la libertad de poder vivir como nos gustaría hacerlo y con la posibilidad de que todos los individuos sean sujetos y beneficiarios del desarrollo.

 
El IDH ( Índice de Desarrollo humano) calcula el desarrollo de un país en función de tres dimensiones: una población con vida larga y saludable, conocimientos (educación, información, habilidades técnicas) y nivel de vida digno.

 
La realidad es que, en nuestro País, persiste un rezago en el mercado laboral de conocimiento, el 41 por ciento de la población mayor de 15 años, esto es 32 millones de mexicanos, vive en esa condición, hay 15 millones de analfabetas y el rezago educativo llega a niveles preocupantes, uno de los retos de México en materia educativa es reducir el analfabetismo funcional que afecta a cerca de 8 millones de mexicanos y el número de 7.5 millones de personas que no saben leer ni escribir, esta es la realidad.

 
Lo que llama mi atención, es que según la OCDE Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, los mexicanos aunque tienen menor calidad en educación con resultados poco óptimos, vivienda, salud, ganan menos, pero son más felices, el 85% de los mexicanos están satisfechos con su vida, al afirmar que tienen experiencias más positivas que negativas en un día normal.

 
Los mexicanos trabajan más, por menos dinero: en promedio se trabajan 2,250 horas al año, en comparación con las 1,776 horas laborales promedio de ciudadanos de otros países de la zona OCDE. El 29% de los mexicanos con empleo remunerado tienen un horario de trabajo muy extenso, mientras que dicha cifra es del solo 9% en otros países.

 
Disculpen, pero no podemos seguir siendo un País Felizmente Ignorante, en donde, lejos de vivir la realidad, somos presas de nuestra propia ignorancia evitando el crecimiento de nuestro País, dando el mismo ejemplo a nivel mundial de rezago, ignorancia y secuestro al avance de la educación,  en un sistema educativo mediocre, es necesario hacer una revisión exhaustiva y ahora si dar números alegres, en un País Feliz.