Inicio Análisis político Alejandro López Munguía DERECHO DE REPLICA

DERECHO DE REPLICA

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 Publicado en La Revista Peninsular, edición 989, 3 de octubre de 2008

 
I.- Han transcurrido ya dos meses desde que me hicieron blanco de una “canivalesca” campaña pública de difamación con el argumento inicial de que pisé los derechos de una dama a la que nunca agredí, ofendí ni nada que se le parezca. Al día de hoy, el asunto parece cambiar de rumbo: de categóricamente culpable he pasado a ser una posible víctima de desprestigio con motivos sospechosamente políticos. Para mi, el asunto es legal y en esos terrenos he de defenderme de las acusaciones que la dama en comento me hace, en ese terreno ella deberá presentar todos los elementos de pruebas de sus dichos y yo, haré lo propio, al final, la justicia y solo ella representada por las instituciones, le dará la razón a quien la tenga. Definitivamente que la denuncia por acoso sexual que enfrento no es nada agradable. Sobre todo –como dije- porque tengo la aguda sospecha de que un asunto legal se ha aprovechado para transformarlo en uno de índole político. A pesar de los sinsabores que esto me ha producido, tengo lúcida la mente para distinguir que el caso arroja señales de alerta para quienes hacemos y tenemos que ver con el mundo de la política. En este momento, centenares de funcionarios por todo el Estado han tomado medidas precautorias para no ser objeto de una denuncia similar, sobre todo, porque están conscientes de que cualquier gesto aunque no sea de amabilidad puede ser argumento de una denuncia por acoso sexual y aparecer todos los días en algún medio de comunicación que con todo gusto te pone en tu “mandarina” sin recato alguno asumiéndose como Dios aunque se aparte de la ética y la honestidad del buen periodismo.
 
II.- Pero eso no es lo peor, ya que a pesar de que el proceso legal que existe no ha concluido, se me ha promovido públicamente en algunos medios como culpable, así de plano. Obviamente no estoy de acuerdo porque un medio de comunicación cualquiera que sea debe ofrecer a los lectores las dos versiones, en mi caso, la de la dama denunciante y la mía, pero no ha sido así hasta el momento, pues no me han ofrecido el derecho a réplica. En el medio de comunicación que hizo debutar públicamente o mejor dicho saltar a la fama a mi gratuita denunciante, – ni en los otros que aparecieron posteriormente, salvo en el de mi “cuate” Franz Fortuny – no he tenido esa atención. Pareciera ser que existe un afán por desprestigiarme y hacer “chuza” con otros políticos, pues sin miramientos han puesto en práctica la regla Hitleriana que dice: “una mentira repetida 100 veces se convierte en verdad”. La falsedad decía mi abuela que en paz descanse, es un arma letal con la que se pueden destruir vidas enteras.
 
III.- Obligado por las circunstancias, declaro públicamente que todos los hechos que mi gratuita demandante me imputa son falsos y que la verdad es única y ella no la tiene; asimismo, manifiesto que no estoy de acuerdo que un asunto legal se dirima en los medios de comunicación, ¿o es que acaso son los medios las instituciones en las cuales se deben dirimir los asuntos legales?, ¿qué clase de país sería este si permitiéramos que esto sucediera? Yo mismo como crítico he sido respetuoso con los asuntos legales que han involucrado a civiles y deseo que se respeten mis derechos, aunque honestamente no creo que se detenga tal situación en mi contra. Ahora bien, entiendo que un medio de comunicación este en busca de la noticia, pero no que en aras de ello me agreda y busque desprestigiarme, tanto más que se muestre parcial y tendencioso, y peor aún, promueva mi difamación. ¿Cuál fue la razón por la cual la dama en comento ventiló un asunto legal en los medios?, ¿ingenuidad?, ¿temor?, no, la razón o mejor dicho los motivos que se han ido descubriendo conforme han transcurrido los días son meramente políticos, revanchistas y vengativos ¿de parte de quien o quienes?, es una pregunta que poco a poco en lo personal me voy respondiendo. La sociedad yucateca ha venido descifrando publicación tras publicación el verdadero fondo de todo esto: el asunto es político. Diversas personas han mencionado que la denuncia de un hecho indignante en contra de varias mujeres, pasó inexplicablemente a solo una y que ahora ya obedece a una red de complicidades maquiavelas que involucran a medio mundo. Lo curioso del caso es que si la denunciante señala que en la institución en donde laboró existe una red de acosadores sexuales y laborales ¿entonces por qué desea afanosamente regresar a laborar en la misma y ya no como trabajadora temporal sino con una base sindical cosa que siempre buscó?, ¿pues no que tiene mucha indignación? La incongruencia evidente, está aderezada de incoherencia en muchas de las declaraciones públicas realizadas por mi gratuita denunciante.

IV.- Para dar una idea del tamaño de la incongruencia en la que cae mi gratuita demandante presento los siguientes datos: el 7 de agosto pasado a través del medio que la lanzó al “estrellato” público manifestó que a mi ex secretaria la despedí porque no accedió a mis pretensiones sexuales, un día después ésta última se presentó ante mí para negar esa versión y de puño y letra – documento que está exhibido en mi pagina web www.mipuntodevista.com.mx – lo negó todo y a través de él declara reservarse el derecho a demandar legalmente a Perla Jazmín Rodríguez Zozaya por haber utilizado su nombre sin autorización y lo peor, usarlo para difamarme. La evidencia está en lo dicho. Otro dato interesante es que la dama denunciante ha difamado a otras personas como al analista Enrique Vidales Ripoll, al señor Omar Chavez Nava Laguna (mismos que ya presentaron denuncias penales en su contra), y a otras personas que laboran en la institución donde trabajo a las que considera “traidoras” por no haber aceptado participar en esta campaña de difamación y calumnia. Pero hay otro dato más, el celular de mi esposa ha registrado diversas llamadas de una mujer de voz fuereña (que refiere ser la dama denunciante que por cierto es originaria del Distrito Federal, de 37 años y con apenas uno de residir en Yucatán) que la ha amenazado con hacerle daño a mis hijos si las cosas le salen mal (mi esposa también ha presentado denuncia). Todo esto no se publica, no se sabe, tal vez porque no es importante para nadie nada más que para mi, pero no es justo y por eso es que he decidido hacer las precisiones al respecto. La dama denunciante ha invocado la justicia para hacer triunfar su mentira, pero daña a los yucatecos al intentar engañarlos, la gente me pregunta ¿por qué te quedas callado? y yo respondo “nunca me he quedado callado, lo que pasa es que no me dan el derecho de réplica en dicho medio de comunicación”. Con sus declaraciones a la prensa mi gratuita denunciante ha violentado la paz pública a su pleno antojo. Su última hazaña fue haber realizado un escándalo a la titular de la agencia 21 del ministerio público, y nada le hicieron, tal vez porque ver molesto a un fuereño, en este caso fuereña, causa extremado “temor”.
 
 
 
V.- Mi gratuita denunciante no está sola, cuenta con asesores que le brindan servicio jurídico, un sustento económico, reporteros a la orden y vehículo para trasladarse. Claramente se nota que es demasiado el odio que sienten hacia mi, no se van a detener, y no se cómo le van a hacer cuando llegue el día en el que tenga que retractarse de todas sus acusaciones. ¿Cómo va a terminar este asunto?, están dañando a mi familia, a mis hijos, a mis padres, y a mis amigos y sus familias, no me han dado la oportunidad de exponer la verdad de los hechos. En el vídeo que reproduce la página web de Franz Fortuny, mi gratuita denunciante llega hasta las lágrimas al relatar mis supuestos ataques sexuales en su agravio, irresponsablemente diversos nombres salen de su boca como agua potable al abrir la llave del fregadero; sin embargo, al observarla con detenimiento, su mirada siempre tiende a dirigirse hacia arriba y hacia la izquierda, tiembla y de repente grita y se sulfura cuando habla de aspectos sexuales; algo no está bien para ella, y yo solo espero en la justicia, porque creo en mi país, porque soy hombre de instituciones, porque a Yucatán le he aportado mi vida pública, soy y siempre he sido transparente, allí están mis participaciones para la creación de la Ley para la Protección de la Personas con Discapacidad; para la creación de la Ley para la Protección de las Personas en Edad Senescente; para la creación de la Ley para la Prevención de las Adicciones; la Propuesta ante la ONU para el combate a la corrupción, he sido candidato a la alcaldía de Mérida y creador de una corriente ciudadana – Coincidir, en Actitud, Acción y Pensamiento — a favor de Yucatán, entre otras cosas. Mi familia es yucateca, mi esposa, mis hijos. Tengo 35 años de vivir en la entidad y 10 de laborar en la misma institución pública federal. Yo no llegué ayer, y mi prestigio me lo he ganado a pulso como para que por mentiras, calumnias y falsedades se tiren por la borda. Yo también tengo derechos, ningún ciudadano vale más que otro y no se vale que aparezca una dama a decir su “verdad” y algunos medios lo den como cierto, ignorando mi derecho a exponer las cosas como son: mi gratuita denunciante buscó un atajo inventando una historia a base de mentiras para obtener una plaza sindical en la institución donde laboró como temporal. Ni he comprado testigos como asegura en sus declaraciones públicas, ni la he amenazado, ni mucho menos le falté al respeto. Solo le pido a los yucatecos, analicemos el asunto con la cabeza fría, ¿se vale mentir para obtener una plaza sindical?, ¿es válido atacar a la institución con bajezas e insultos para pedir trabajar en ella?. El ser mujer no le da derecho a ella, ni a nadie de violar mis derechos. Soy inocente de todo lo que se me acusa, pues todo es mentira y solo espero que la justicia se aplique conforme a derecho para que no se manche la institucionalidad por la que hemos luchado millones de mexicanos. Un medio me puede hacer parecer como culpable, pero cuidado, porque con ligerezas no se consolida la democracia en la nación.
 
La neta del planeta.- Jamás imaginé que pasaría por un trago tan amargo como éste, y es que, siempre tomé los asuntos legales con cierta despreocupación, porque soy muy cuidadoso de mis cosas. Pero veo que mi prestigio está en juego, la percepción ciudadana como dijo un amigo periodista es un arma letal para el político, para bien o para mal. Yo confío en las instituciones. Tengo la certeza de que estoy limpio, y nunca le he faltado al respeto a una mujer, la prueba esta que siempre me acompañan mujeres en las diversas actividades que he realizado a lo largo de 9 años de trabajo político. Agradezco públicamente el apoyo incondicional, firme y decidido que me han dado mi esposa, mis hijos, mi madre, mis amigos, en especial Enrique Vidales y su esposa, así como a Jorge Solís Alpuche. A la pregunta que me hizo una amiga sobre si tengo miedo, le respondo con el corazón en la mano “miedo solo a Dios, pero, se como funcionan las cosas y si te quieren perjudicar, te perjudican”. Ahí queda.

Conoce la prueba de la calumnia (acceso libre)