El día de ayer, los diputados federales del PAN de Yucatán, simplemente no aceptaron los reclamos de la clase empresarial. Luego de publicar un desplegado, los empresarios recibieron una “andanada” de “aclaraciones” por parte de los legisladores que sienten, que actuaron responsablemente.
A los legisladores les llamó la atención, el párrafo donde los empresarios reclaman no haber sido escuchados en los temas de la reforma hacendaria. Incluso parece que les molestó mucho, pues en su boletin, se esmeran por dejar en claro que votaron a favor de la reforma hacendaria en lo general, pero que en lo particular “defendieron” la causa empresarial y social. O sea, los empresarios no “piensan correctamente”, es más “están equivocados porque no valoran el esfuerzo suyo”.
El hecho amerita una seria reflexión sobre el asunto, porque es algo confuso. Severamente confuso para los mortales. Ya que ningún ciudadano común conoce la diferencia entre lo “general” y lo “particular” al votar una Ley, y en este caso, se refieren a varias leyes: la del ISR, la del IEPS y la del IVA, así como el nuevo código fiscal, etc.
El PAN falló al no reparar en esto. Y es que, los empresarios no querían un voto particular en contra, sino uno, en lo general en contra.
Al votar en lo general a favor, los legisladores panistas le dieron su aval a la Reforma Hacendaria, incluyendo la Ley de Ingresos que contempla un déficit de 1.5% y el incremento a los combustibles. Eso es lo que interpretan los empresarios y eso es lo que los ciudadanos también asimilan.
Es duro, pero han sido acusados de usar un doble lenguaje, muchos los acusan de tener “doble cara”. Yo no uso el concepto de “doble moral”, porque creo que la moral merece más respeto y en la política, son pocos los que la respetan. Lo que sí pienso es que los legisladores del PAN, y el PAN mismo ha quedado atrapado por su propio error, al dejar pasar el punto y no atenderlo con más ahínco en su momento.
Y el asunto es grave, porque se sabe que los empresarios y el PAN siempre han sostenido una relación más allá de aliados, son o eran socios e iban juntos en todo.
Con esta situación, los empresarios se alejan del PAN y éste se acerca más al presidente Peña Nieto. Quien si bien es cierto propuso la reforma hacendaria, finalmente no es él, el que la aprueba, sino los legisladores, quienes dieron su aval, con el voto panista en lo general, que es el que pesa, a la reforma hacendaria que en el Senado espera su aprobación.
“El presidente propone, y el Congreso dispone”, más que ser una máxima recurrente de la historia, proyecta con claridad las facultades que tienen los poderes ejecutivo y legislativo.
No es culpa plena de los yucatecos, sino de la directriz nacional del PAN, que jugó a no quedarse fuera del Pacto por México y al mismo tiempo, seguir teniendo la amistad de los empresarios. Finalmente, no sabemos si Peña Nieto les agradece su postura, porque no es agradable recibir bofetadas de sus aliados y luego decir “ya está, cumplimos”, teniendo a un aliado mucho más valioso como el PRD, que ese sí, jugó con el presidente Peña Nieto con todo. Bueno, el PRD de los “chuchos”.
Ni pelearse, no es lo saludable, menos con los empresarios que son los que aportan recursos para las campañas electorales.
