La sucesión, paso uno, paso dos.
El momento es histórico para el priísmo yucateco, en las próximas horas se definirá quien será el candidato del PRI a la gubernatura. Esta situación presenta dos condiciones necesarias e indispensables para la consecución de la victoria; y son: la designación del candidato mismo, más, el respaldo de todos los actores del partido.
El caso Meade señala el camino. Una vez que el Presidente Peña Nieto decidió ungirlo, se puso en marcha una gran movilización de respaldo, que incluyó la adhesión a su candidatura de gente de la talla de Miguel Ángel Osorio Chong (Secretario de Gobernación), Manlio Fabio Beltrone (ex Presidente Nacional del PRI), de Ivonne Ortega Pacheco (ex Secretaria del CEN del PRI). La estrategia funcionó y ha colocado a Meade en la ruta de la competencia. Cada día que pasa el hombre se muestra con el talento suficiente para ganar la elección presidencial del año entrante.
El priísmo de Yucatán está en vilo. En espera de que salga el candidato, pero también en espera de ver y sentir una estrategia ganadora. Por ello, será importante saber quién será el candidato, pero igual de importante será ver y sentir, la estrategia de respaldo.
Al igual que como se hizo con Meade, el candidato que resulte, deberá recibir el respaldo de los sectores del tricolor, así como la adhesión a su campaña de los 11 aspirantes que aspiraron y compitieron de forma leal.
Hay una buena noticia para el priísmo yucateco, la designación no ha generado violencia, ni encono, sino todo lo contrario. Es decir, no se palpa discordia. En cierto modo se percibe una tranquilidad que da serenidad para pensar. Mucho de esto se debe a las formas de operar de Rolando Zapata Bello, Jefe Político del PRI en la entidad.
El prestigio y las buenas formas de Rolando Zapata le permiten al PRI transitar la ruta de la sucesión en pleno estado de armonía. Todos los priístas reconocer su labor y le prodigan respeto. Rolando sin duda es factor de armonía, tan necesaria e indispensable para lograr el objetivo.
Falta muy poco para saber el nombre del candidato y seguramente para ver y sentir, la movilización a favor suyo.
Los adversarios del PRI están igual de atentos, porque saben que este momento es además de histórico, trascendental para definir su propia estrategia rumbo al 2018.
