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Brujería y política a la yucateca

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No es un secreto que una considerable cantidad de políticos yucatecos recurren a prácticas oscuras para obtener algún beneficio o cumplir alguna meta en específico.

Existen quienes van lejos en sus intenciones y acceden a participar en ritos intensos, donde comprometen su existencia y a menudo hasta la de sus seres queridos.

La idea de que contarán con la ayuda de los “espíritus buenos” los motiva a acudir a brujos que ejercen la supuesta “magia blanca”.

En versión de un Sacerdote católico, lo anterior representa una grave amenaza para aquel político que se pone en manos de brujos, chamanes, santeros, lectores de cartas, instructores de yoga, Reiki, budismo, masonería, entre otros, pues abre puertas que dan acceso a la posesión diabólica. Según esto, no existe la magia blanca y buena. Magia es magia y es un acto de idolatría.

Con frecuencia los políticos asiduos a éstas prácticas de idolatría, desean ver cristalizados sus sueños y acceden a casi todo: una limpia, un trabajo, un conjuro, hasta una maldición.

En palabras del Padre exorcista Javier Luzón, hay que tener cuidado en no abrir puertas que inviten a los demonios a poseer a los hijos de Dios.

Muchos políticos han tenido experiencias con eventos paranormales de naturaleza indescifrable. Los incrédulos lo sufren más, pues no creen en Jesús y su vida está llena de graves errores que los aprovechan los demonios.