En el programa de José Luis Preciado, como es su costumbre los días lunes, César Bojórquez insistió con respecto al caso de "Ceciliagate" que confía en los controles internos para evaluar la actuación de los funcionarios, pero que no pueden ser responsables de la actuación de los funcionarios en la calle, aunque si es importante verificar la honorabilidad y la moral de éstos.
¿Cuándo se había visto tanto cinismo en una autoridad municipal? ¿Cómo es posible que nos hable de honorabilidad y moral cuando ha dado el puesto de jefe del Programa Mérida Joven a un ex lider estudiantil que acompañado de una sexoservidora y evidente efectos etílicos, con toda la intencionalidad, se mofa de sus representados, los insulta, los humilla?
¿Desconoce el alcalde la existencia del video, super conocido por la comunidad universitaria y comunidad general, que demuestra la inmoralidad de Jesús Pérez Ballote?
En verdad es grave que la autoridad municipal demuestre ignorancia en el caso de Pérez Ballote, lo que se entonces se entiende como complicidad en los hechos, al igual que sucede con el caso de su ex directora de comunicación social.
Que si bien estarán limpias las cuentas del municipio, lo que sin duda se debe comprobar, es muy fácil suponer que para la autoridad puede ser muy sencillo maquillarlas para evitar cualquier problema. Si en eso no fueron ciudadosos, entonces tendremos un caso mucho más grave, de sobrada soberbía e impunidad encubierta en la administración panista.
Pero aún con todo el intento de César Bojórquez de querer lavarse, la sarta de mentiras e incongruencias exhiben lo que el ciudadano piensa sobre la administración del PAN en el Ayuntamiento de Mérida: CORRUPCIÓN.
Aun cuando hay un medio, rotativo local de alta circulación según ellos dicen, que intenta cubrirle lo mejor posible la espalda, pero los ojos de los ciudadanos cada vez se dan cuenta que es difícil defender lo indefendible.
