Muchas cosas sucedieron esta semana: los avances que marcan casi el final de las negociones sobre el TLCAN, la ratificación de Ruíz Massieu como presidenta nacional del PRI, la asignación de curules por parte del INE, la primera conferencia de Elba Esther después de su encierro, y el encuentro que sostuvieron el gabinete de AMLO y el de PEÑA.
Nos enfocaremos a estos dos últimos eventos.
Vimos a la misma Elba Esther de siempre, pero ahora con una mirada más revanchista que antes, de sus palabras podemos recoger muchísimas cosas, una de ellas, el tono que manejó en toda su intervención más cuando se refería a la situación que vivió, la venganza podía palparse en el ambiente.
“Esta es la imagen que ha predominado por más de cinco años con respecto a mi persona, y es producto de una persecución política de acoso e injusticia…”
En eso tiene razón, no la encarcelaron por corrupta, la encarcelaron para ajustar cuentas con el señor presidente, sí, ese que se suponía iba a salvar a México.
“…Es el producto de un expediente basado en mentiras y acusaciones falsas para hacerme ver culpable de algo que no cometí. Soy inocente…”
Pudiera ser que el expediente con el que se pretendía meter a la cárcel a Elba sí tuviera una que otra acusación falsa para engordar el expediente, más aún si tomamos en consideración los innumerables fallos que se cometió durante todo el proceso y que fueron descartando uno por uno los delitos por los cuales se acusaba a Elba.
Lo peor es que, los delitos que sí se le podían reprochar, no fueron debidamente fundamentados, e incluso incompletos. Por eso el Primer Tribunal Unitario la liberó argumentando que las pruebas presentadas fueron insuficientes.
Por eso es preciso recordar que “ser liberada” es una cosa, y “ser inocente” es otra.
“Recuperé la libertad y la reforma educativa se ha derrumbado”
Si bien la reforma educativa no se ha derrumbado, sí está a punto de hacerlo. Paralelamente, los gabinetes de AMLO y Peña se reunieron, el presidente electo dijo “En tiempo y forma vamos, nosotros, a presentar las iniciativas para cancelar la Reforma Educativa”.
La reforma más importante del sexenio peñista, que le ocasionó enemistades, junto con enfrentamientos en diversas partes del país, que hizo ver al gobierno como opresor e insensible, esa que su implementación tuvo un costo muy alto, y uno de los dos últimos legados que podía dejar Peña, está a punto de derrumbarse por dos de sus más grandes rivales políticos, Elba Esther y Andrés Manuel.
“¡Vamos maestras y maestros por la excelencia de la educación pública, laica y gratuita!”
¡Hermosa frase! Pero, si no lo hizo antes, ¿qué nos da la garantía que en un futuro va a garantizar la excelencia de la educación pública? Claro, tomando en consideración su regreso al Sindicato.
En los talleres de oratoria que he impartido, siempre dejo en claro que una cualidad importante de cualquier orador es la credibilidad, y esta se crea con la seguridad, convencimiento y fluidez que se presenta en el discurso, pero también es importante tomar en consideración el pasado del orador, si se conoce. En este caso puntual, ¡Vaya que conocemos el pasado! Esperemos que no se repita, Por lo pronto, yo, no le creo.
Elba regresó con más fortaleza, enjundia, protagonismo, con una seguridad inobjetable y con fuerza en la palabra demostrando que es inocente, y cuando la escuché hablar, únicamente podía pensar en la frase que inmortalizó Mario Ruíz Massieu.
“Los demonios andan sueltos y han triunfado”
