Inicio Noticias Locales Momento para extinguir los tiempos “gandallas”

Momento para extinguir los tiempos “gandallas”

677

MPV noticias mi punto de vistaMomento de extinguir los tiempos “gandallas”

 

El gandallismo es la actitud perversa de quitarle ventajosamente a otro lo que es suyo.

 

Bajo esta premisa, creo asegurar sin temor a equivocarme que la clase política en México, a lo largo de los años, sino es que de toda la vida, se ha ocupado de quitarle a los ciudadanos, poco a poco, sus grandes activos.

 

Haciendo énfasis en las gloriosas excepciones, todo político lleva un gen devastador. Uno que gusta del enriquecimiento, la corrupción y la tranza.

 

Dicho gen no tiene color.

 

Los ciudadanos hemos perdido libertades, poderes, en esencia derechos que nos asisten y que curiosamente, están contemplados en la carta magna. Aunque, de manera dolosa, muchos artículos no definen con certidumbre cuales son.

 

Y es que, en cada Plan de Gobierno llámese federal, estatal y municipal, se hace alusión al asunto “bienestar del pueblo”. Apegado al espíritu constitucional, se ha ido quitando al ciudadano el poder adquisitivo, por ejemplo. En aras del fortalecimiento de las finanzas públicas, el sueldo sube alrededor de 4% mientras que el huevo – por mencionar un consumible básico – lo hace al mil por ciento. Sea cual fuere la circunstancia y la problemática que ha generado este hecho, la realidad es que el ciudadano sale el más perjudicado.

 

Otro ejemplo de esta realidad injusta, es el incremento a las gasolinas. También, apegados a la Ley e inspirados en el espíritu de fortalecer a nuestra economía, los legisladores priístas y panistas en su momento le dieron durísimo golpe a los mexicanos. Cada mes desde el año 2008 y hasta el 2014, habremos de pagar más por el litro de las gasolinas. Esto impacta directamente en los productos finales de la industria en México, lo que conduce a un alza en los productos y en los bolsillos familiares.

 

Mientras que en México existen políticos y funcionarios que cobran más de 50 mil pesos y hasta 200 mil pesos, millones viven de tres salarios mínimos a cinco salarios mínimos.

 

Llama la atención que las autoridades hacen sus ajustes anuales fiscales y al final siempre termina todo en una sola decepción: el país no pasa de la tasa de crecimiento del 3% anual.

 

No tiene “chiste” que existan millones de horas de discusión legislativa si al final, el país no crece. Eso sí, los salarios de los legisladores están a la altura de un alto ejecutivo empresarial, con la diferencia de que tienen fuero contra la ineficiencia e incapacidad.

 

Los gandallismos se hacen presentes en todos lados, en el campo, en la salud, en la pesca, en los gobiernos, etc.

 

La historia registra verdaderos despojos a la dignidad de los ciudadanos. Los derechos humanos en México, aún tienen cuentas pendientes. Es increíble que ninguna violación a los derechos humanos sea castigada conforme a la Ley.

En México parece ser que existe inmunidad ante el despojo. La clase gobernante nos ha ido haciendo “puch” (modismo yucateco que significa apretón). Y luego se molestan cuando la prensa les arrima la pluma crítica.

 

En fin, el PRI ha regresado al ejecutivo. Su forma de hacer gobierno no puede, ni debe, perderse en las prácticas de antaño en las que el pueblo soporta todo porque la nación lo demanda.

 

Hemos de darle un voto de confianza, pero, no será eterno. Congruencia y empatía es lo que pedimos, exigimos a todos los políticos en México.

 

Es lo justo.