Inicio Análisis político Enrique Vidales Ripoll Mucho cuidado con lo que se dice.

Mucho cuidado con lo que se dice.

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En los medios impresos se empieza a realizar el análisis de las precandidaturas anunciadas por el PAN. En rotativo local Manuel Antonio Alcocer Hernández, en colaboración editorial el día de ayer, intenta cuestionar el apoyo que el mismo califica “incondicional” de la Gobernadora Ivonne Ortega Pacheco a favor de la precandidata del PRI, Angélica Araujo, anteponiendo el reconocimiento en la contraparte en el trabajo de Carolina Cárdenas como funcionaria del turismo. Lo malo es que ahí mismo comete un pequeño pecado en su análisis, o por lo menos, sin querer reconoce lo que todos saben sin llegar a decir los nombres: que aunque “Carolina tiene más ‘tablas’… es indiscutible que recibirá apoyo del gobierno federal”
¿Quién está atrás de las candidaturas de Carolina Cárdenas y Javier Medina? … pues Patrón Laviada te diría alguien por menos conocimiento y más experiencia en la lectura de los escenarios políticos. Sin duda, habrá un apoyo más que incondicional de la federación y del mismo Patricio para que el proyecto truncado de continuar manejando los intereses políticos del estado después del desastre electoral del 2007 no se tire a la basura.
Por otro lado, Emilio Seijo en la misma página también pone sus arengas a favor del PAN en lo que denomina “… una capacidad de reacción que pudiera significar que está superando la pasividad que hasta hace un par de semanas lo tenía en situación de franca desventaja”. Más cuando alaba sin medida la trayectoria de Carolina Cárdenas como empresaria turística, lo que no se pone en duda, mucho más cuando el Sr. Seijo es el Presidente de la Asociación de Agencias Promotoras de Turismo
Ojala que nos pueda ilustrar más los logros de la ex subsecretaria de turismo y empresaria en el dicho ramo… porque en verdad el ciudadano no se le conoce más que haber sido parte del gabinete patricista y haber sido llevada como un favor del ex gobernador al gabinete federal.
Lo malo es que cualquier alabanza que se le quiera decir a Javier Medina, el mismo precandidato, las bota por sus pifias y errores. En otro medio electrónico el veterinario ex comandante de policía patricista reconoce “Aunque no tengo experiencia en la política, el trabajo que he realizado lo he hecho al máximo poniendo todos mis conocimientos, mi experiencia y mi esfuerzo y lo mismo voy a hacer en caso de que el Partido Acción Nacional me designe su candidato en el IV Distrito.”
¿Se vale confiar para el uso de la máxima tribuna del H. Congreso de la Unión a alguien que no tiene, así hecho consciente por el mismo, experiencia política? Mucho más cuando afirmamos y sentimos que lo que se necesita en la profesionalización, compromiso y seriedad del trabajo de los legisladores para que dejen de ser los simples gorrones del presupuesto, y en contraparte, en contacto directo con la ciudadanía atiendan las demandas y retos sociales que agobian a la sociedad.
No olvidemos el garrafal error de Javier Medina al afirmar, en pleno mitin de inscripción, que esperaba la decisión del CEN del PRI para su postulación como candidato. ¡Insulto a los panistas que atónitos no lo podían creer!
No me quiero imaginar que en una votación importante el señor se equivoque en lugar del si ponga el no, o viceversa. ¡Cómo nos va a ir como país!
Esto es lo que se gana por poner a gente inexperta, que ni sabe hablar bien ante la gente por no tener clara su posición “política”, lo que es y significa.
¿Esa es la experiencia y garantía de triunfo que para los “especialistas” son la garantía de ser los mejores candidatos?
Por lo que se concluye que es muy fácil hablar solo para quedar bien con los amigos.