Carlos Joaquín le apuesta al “dedazo”

El PRI es un partido que evoluciona, hace mucho tiempo que dejó atrás la fórmula del dedazo.

Carlos Joaquin González, actual subsecretario de turismo del gobierno federal, quiere ser el candidato del PRI a la gubernatura del estado de Quintana Roo, pero ya se entrampó.

En reciente entrevista con los periodistas Ciro Gómez Leyva y Manuel Feregrino, durante su programa de televisión por Radio Fórmula, no pudo o no supo explicar su verdadera condición política. Y es que, nunca pudo ratificar su calidad de víctima del Gobernador.

Ciro Gómez Leyva le preguntó “hemos leído versiones en las columnas de hace tiempo que usted no tiene una buena relación con el Gobernador Roberto Borge”, a lo que el funcionario respondió “bueno mira, durante muchos años, nos conocemos desde hace mucho tiempo el señor Gobernador y yo, y bueno, hemos tenido buena relación de amistad, de trabajo. Y durante la pasada elección de Gobernador, tuvimos la oportunidad de caminar durante ese proceso; él tuvo el honor de ser el Gobernador de Quintana Roo, yo seguí mi camino como diputado federal en ese momento, ahora como subsecretario de la Secretaría de Turismo y, bueno, ahí nos hemos mantenido con esta relación”.

Ciro Gómez Leyva, insistió “sí hay una relación”; y Carlos Joaquín respondió “sí, sí, cómo no, por supuesto.

El punto es que con sus declaraciones Carlos Joaquin echó por tierra cualquier versión de que el Gobernador Beto Borge lo está bloqueando para participar en el proceso interno para elegir al candidato a Gobernador.

Si había que hablar y decir las cosas era el momento. Pero Joaquin González calló. Y al mismo tiempo cayó en su propia trampa, pues con sus declaraciones dejó en claro que él, y solo él, se ha marginado del proceso interno.

Incluso se sabe que no asistió a la Asamblea Extraordinaria donde se seleccionó el método para elegir al candidato a gobernador, que será por Convención de Delegados.

Un dato contundente es que no existe corriente interna suya dentro del Consejo Político. Es más, él no es consejero político de su partido, el PRI. Luego entonces ¿cómo puede aspirar a querer ser el candidato de su partido, cuando no juega con las reglas de su propio partido?.

Carlos Joaquin deja muy claro que desea ser el candidato del PRI por “dedazo” del centro.

Así no funciona el PRI. Hace mucho que dejó de funcionar así.

El hoy funcionario afirman, dejó de acercarse a las estructuras del partido. Exactamente desde hace 5 años. En contraparte, se ha acercado mucho a los enemigos del PRI. Su amistad con gentes ligadas al PAN, como el caso del Senador Daniel Ávila, Alicia Ricalde Magaña y Gustavo Ortega Joaquín le han abierto frentes no solo a los quintanarroenses sino también al gobierno federal.

Las cosas pues, empiezan a tomar su cauce.

Sinceramente creí que Carlos Joaquin González sería menos timorato y saldría a la tribuna mediática a defender su postura como lo haría o lo hizo el famoso “Bronco”, por ejemplo, con quien ya se reunió en privado. Y es que, si bien es cierto que cada quien “mata sus pulgas según sus métodos” también es cierto que existe una forma para ganar adeptos: hablar claro y sin mentiras.

El Priísmo de Quintana Roo hace tiempo que tiene ritmo y mística propia. La estructura política – electoral tricolor, ha demostrado su fuerza política, su músculo, con resultados contundentes en el pasado reciente. No necesita de presiones mezquinas para violar sus normas y métodos legalmente definidos. Si Carlos Joaquin desea servir a los quintanarroenses como afirma con insistencia, debe definir con claridad pública su posición, ¿si no alcanza la candidatura, apoyará al PRI y se sumará al candidato, sí o no?. Esa es la pregunta que debe responder ahora y de cara a los quintanarroenses.