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EDITORIAL

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 Las cartas están sobre la mesa, el sindicato de electricistas de Luy y Fuerza conocida como el SME, ha mostrado hoy su músculo político.

Más de uno están asustados en el gobierno, pero más asustados estamos los mexicanos porque durante la manifestación que se suponía sería pacífica hubo disparos de arma de fuego, eso es una alarma que debe poner a todo el sistema a pensar seriamente en la conveniencia de usar la fuerza del Estado para inhibir futuros ataques a la estabilidad política y la paz social en México.

El SME se niega a morir vía la legalidad, entonces sale a la calle apoyado por la fuerza política del PRD y del líder de las masas izquierdistas Andrés Manuel López Obrador y con ello, sacude al distrito Federal poniéndolo en jaque.

Es la evidencia de que el país está al borde de un gran plieto que encontrará eco en la lucha entre los dos principales políticos del 2006: Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador. ¿El país está preparado para este desgaste?.

Nada garantiza la limpieza en el proceso de resolución de este conflicto, puede haber heridos graves, incluso muertes, presos desde luego, porque lo que hoy se vio, es la fuerza de un movimiento de trabajadores enardecidos exigiendo al presidente la renuncia de su principal operador Javier Lozano Alarcón secretario del trabajo.

La experiencia nos dice que cuando se piden cabezas, el hilo se rompe por lo más delgado.

Ahora tenemos que esperar si al presidente le alcanza lo que ha realizado hasta el momento para desactivar este gran lío o si deberá recurrir a toda la fuerza del Estado que le asiste.

De todos modos, ésto no se solucionará pacificamente del todo. Si el presidente hizo bien o mal, eso en este momento no es trascendente, sino lo es el que no se desborde la violencia.

El presidente Felipe Calderón debe actuar rápido y contundentemente, de lo contrario el país se le puede salir de las manos.