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La estrategia de descalificación se revierte para el PAN

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Por ello, hay quienes al no compartir la propuesta del PRI a la presidencia, se vanagloriaron de los errores de Peña Nieto al no contestar correctamente sobre libros y autores, y posteriormente, desconocer con exactitud a cuánto asciende el salario mínimo en México. Inclusive el error se mereció la participación del escritor de origen panameño Carlos Fuentes que calificó de ignorante al precandidato y afirmó que por ello no tiene derecho a gobernar el país.
Sin embargo hoy la estrategia de la descalificación se ha revertido en contra de quienes la promovieron. En tiempo atrás la preguntas sobre libros o datos técnicos y específicos no eran tema de campaña. Hoy sucede todo lo contrario. Es inaceptable que un candidato no pueda contestar de forma correcta a datos básicos sobre la economía del país.
¿Cómo se puede justificar el precandidato panista que se dice "economista" y no puede contestar cuáles son productos de la canasta básica o la tarifa de electricidad o a cuánto asciende el último aumento de la gasolina?
Como paso el pasado sábado en la emisión de Mi Punto de Vista, en el debate entre los precandidatos del PAN al IV Distrito federal, Raúl Paz y Tito Sánchez, que desconocían ambos a cuánto asciende la lista nominal de electores en el distrito a competir, cuántos votos obtuvó el PAN en la pasada elección federal y cuál fue la diferencia con el PRI que resultó ganador en ese ejercicio electoral, datos esenciales para la planeación de estrategias electorales que se orienten, por lo menos, a una campaña propositiva o exitosa.
Por lo anterior se deduce que hay errores mucho más graves que una simple equivocación de libros y autores. Los que tienen que ver con la falta de estrategia y la falta de consciencia de los efectos de las acciones y decisiones. Estos son mucho más importantes y trascendentales que hacen la diferencia entre una campaña exitosa o no.
Ojala que de las cosas que pasan se aprenda y se actúe en consecuencia. Sin embargo la experiencia misma nos dice que no ha sido posible desenterrar las descalificaciones como parte de la estrategia política y mediática, que ya confirmamos que no conducen a nada bueno.